viernes, 31 de enero de 2014

El amor es más bello que cualquier revolución

Porque
el amor
que me mata
es el mismo
que me hace
no salir
a las calles
y asesinar
al mismísimo
viento.

Es el mismo
que me insta
a no encadenarme
desnudo 
y hambriento
a las puertas
del cielo
en busca
de libertad.

Es el mismo
que me obliga
a no quemar
el mundo,
a no derribar
los pilares
de los Dioses
que nos vigilan.

Porque
el amor
que me mata
es el mismo
que
os salva
de mi desesperación,

y de hacer
arder las calles,
y de destrozar
a pedradas
los cristales del poder,
y de escupir
sobre los siervos
del dinero.

Porque
el amor
es más fuerte
que cualquier
dictadura.

Porque
el amor
es más bello
que cualquier
revolución...

pero
también
más
terrible.

Temblad,
traficantes del miedo,
portadores del odio,

porque
el amor
será el cáncer
que marchite
vuestras flores.

(26-I-14)

Lesbia

Maldita
Lesbia mía.
Tan puta
y tan princesa
como sólo puede serlo
una mujer
como ella.
Tan libre
y tan oprimida
por la belleza
y sus formas.

Tan musa
y asesina.

El corazón
la arrastra
hacia
los riscos afilados
del porvenir.

Destrozando
la mitad de la poesía universal
con una sola mirada
y apropiándose
de la otra mitad
con un beso.

Comprando
amor en el mercado
a carne en los corazones.

Maldita
Lesbia mía.
Tan puta
y tan princesa.
Tan musa
y asesina.
Tan gata
descosida
por el brillo
de mis versos.

Ojalá se muera
y me deje
con mi pena.
Ojalá se muera
con un futuro
lento y doloroso.
Que el invierno
sólo marchita
a las flores
que se niegan
a morir.

Maldita
Lesbia mía,
tan cáncer
y
venenosa,
tan Afrodita
del miedo.

Ojalá nunca
me dejé.

(26-I-14)

domingo, 26 de enero de 2014

El Amor nunca estuvo hecho para ojalás

Qué despiste...
Debí haberte
besado
cuando pude.

Cuando
aún
era cuerdo
y sin dioses,
inocente
y sin cadenas.

Cuando
aún
no se me habían
abalanzado
el amor
y tus pupilas
como una fiera
salvaje y dolorosa.

Cuando
aún
no cazaba
mariposas
ni sueños,
cuando
aún
no contaba
estrellas.
Cuando
tus labios
estaban
a dos cervezas
de distancia
y tus muslos a un susurro.

Debí haberte
besado
cuando no
era
más hombre
que mis propias
ganas de besarte,

cuando
tus ojos
eran ojos
y no patria.

Cuando 
tú eras sólo hembra
y yo unas tristes ganas
de poeta en celo.
Cuando tú
no eras TÚ.
Cuando YO
solo era
yo,
con minúscula
y defectos,
entero
y sin decimales.
Cuando no
compartía
mis números
con nadie.

Debí haberte
besado,
sí,
cuando 
la noche
era noche
y las estrellas
luces distantes
que algún día
morirían.

Pero ahora...
ahora
todo
es un
TODO de ti,
hasta
las estrellas
mueren
sólo porque

lo ordenas.

Y hasta
la noche
deja de ser
noche
sólo porque
me masturbo
pensando
en tus labios.

Y en tus ojos
Y en tus piernas
Y en tu pelo...

Ahora
el amor
me ha traicionado
y tus labios
son tan distantes
como aquellas estrellas,
Y la noche
avanza oscura
mientras
le meto mano
a mi corazón
buscando
las zonas herógenas
de mis dudas.

Porque
las oportunidades
perdidas
convierten
el deseo
en obsesión.

Porque
cada puerta
que cierres
al placer
querrá
ser derribada
por el amor.

Pero ahora
ya es tarde
para besos
de tal vez,
para caricias
de quizás,

ahora
es el Todo
o la Nada,
el Siempre
o el Nunca,
la Caricia
o el Trueno.

Porque AMAR
nunca fue cosa
de COBARDES.

Porque el AMOR
nunca estuvo hecho
para OJALÁS.

(26-I-14)

miércoles, 22 de enero de 2014

El Arte

Estoy harto
del Arte.
Del arte
que sale
del orto.
Del arte
que comete
hurto.
Del arte de
unos pocos.
Del arte de
unos cuantos
iluminados
por la gracia
del dinero.

Arte para el pueblo
pero sin el pueblo.
Su jodida
monarquía absolutista
de los sentimientos.

Todos
los que se quejan
del plástico sin alma
y del tupperweare
sin corazón.
Los que luego
engañan
en los museos
con una
mierda enlatada,
con un perro
muerto de hambre
aludiendo
a que aquél es
el reflejo
de una sociedad
descompuesta.

¿Quieres corazón?
Arráncatelo.
Líbranos
de tu enfermedad
de gloria,
pero no mates perros
ni me hagas oler tu mierda
como metáfora del mundo.
Que aquí
sólo se engañan
los que se dejan
engañar.
Alabando
a misóginos
como Picasso.
Pero claro,
misóginos con alma
y pureza.

Ellos 
que creen
que el pueblo
no les entiende
por falta de
cultura
y conocimiento,
que buscan
un espectador
despierto
que les
lama el trasero.
Ellos
que se esconden
bajo las faldas de dictadores
que asesinan por El Cambio
y La Libertad.

Artista:
tu tienes
un pincel
lleno
de sueños.
Yo tengo
una furia
llena
de piedras.
Veamos ahora
quién comete
más Arte.

(22-I-14)

sábado, 11 de enero de 2014

Mi Diosa

Glorifico
a la mujer
hasta el punto
de temerla.
Tal vez por eso
pierdo
tanto
el tiempo
rezando
en vez de
desnudándote.

Con el tiempo
puede
que te vea
como a una
persona,
y no
como a una
especie de Dalila
que sólo espera
que duerma,
pero ahora...
ahora eres
la jodida costilla
que me falta,
los dos dedos
de frente
que me quedan
y mi última
media neurona.

¿Quién me mandaría
mirarte a los ojos
si tus pechos
son más grandes?
¿Por qué razón
no puedo sentir
más
que unas estúpidas
ganas
de besarte
bajo estrellas distantes,
ante dioses que miran?

Soy consciente
de mis carencias
como amante,
de mi tendencia
a la autodestrucción
por medio de la poesía,
de que necesito
una maldita razón
hasta para
limpiarme el culo,
pero no es 
como para que ahora
me dé por
rezar a amores imposibles,
a intentar seducir
con palabras
que no aparecen
en los libros.

No sé,
me parece impropio
de un ateo convencido
como yo
el amor adoctrinado
al que me empuja
el corazón,
yo, 
me prometí
no creer en nada
que no me quitara
el hambre.

Te quiero tanto
por miedo a perderte,
por temor
a que algún día
pueda dejar de quererte.

Supongo que Adán
lo tuvo igual de jodido
para intentar
no morder la manzana,
pero si tú vinieras
como dios te trajo al mundo,
¿acaso yo
no la mordería
mientras me sonríes
y asesinas?

Es extraño
cómo los sentimientos,
al igual que las religiones,
pueden llevar a algunos
a morir
o matar,
o a mí a sentirme
indefenso
bajo tu mirada.

Será que el único Dios
en el que creo
es en el que 
lleva tus ojos,
o que el
Espíritu Santo
en forma de paloma
defecó en mi corazón.